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¡LARGA VIDA A LOS PELEADORES!

Una reseña a los 30 años del trabajo Cadenas de FÉRTIL MISERIA.


por: Christian Cortés (Grafomelómanus Hominidus)

 

“Para los hardcore-punk, la policía o el gobierno significaba lo mismo que los sicarios paramilitares o milicias. Todos podían asesinarlos impunemente”. Esta afirmación figura en el documental, Más allá del No Futuro, crónicas de una escena[1], y parecería igualmente ayudar a hacer puente entre aquellos punks que ven en la figura de Rodrigo D. una caricaturización fabricada de la pujante escena punk y hardcore en la Medellín de finales de los 80’s y mediados de los 90’s; entre los que ven en Víctor Gaviria y en su trabajo a un oportunista abanderado del punk sin realmente tener esa intención o convicción y aquellos quienes ven al film y al personaje de la historia como un instrumento para visibilizar la idea del No Futuro, tanto desde el lenguaje cinematográfico (quizá un poco más difícil de evidenciar en un principio), como desde la música que refleja la visceralidad urbana en la Colombia de esta oscura época.


  • Escucha la playlist que musicaliza el relato haciendo clic aquí 

 

Cadenas Fértil Miseria

Imagen tomada de las redes sociales de la banda


Gracias a esta idea transversal a la óptica de quienes estuvieron involucrados en un contexto tan turbulento como el de la Medellín del Cartel cuando aterrorizaba la ciudad y el país con el peso de la muerte, especialmente para quienes desde los márgenes eran socialmente invisibilizados, Cadenas, disco de la banda Fértil Miseria, merece ser exaltado 30 años después de su publicación; un hecho que avala al grupo liderado simultáneamente por las hermanas Castro Cano y Juan Carlos Londoño como de las pioneras de aquella efervescencia juvenil donde nace lo que tiempo después se denominó Punk Medallo. Dos conciertos conmemorativos a principios de agosto en Bogotá y Medellín con motivo de la efeméride, serán una oportunidad perfecta para interpretar las canciones de este trabajo discográfico. 


Cadenas brilla, indudablemente, por la vigencia inoxidable de sus consignas líricas en medio de los tiempos que corren; su sonido fragoroso contrastado con las crudas realidades que se han hecho tangibles en poco más de las últimas tres décadas, cobra una relevancia total al tiempo que dispone de detalles esenciales de un sonido auténtico, logrando hacer de este disco una pieza indispensable en la historia de la música punk en Colombia y por supuesto en Medellín.


El contraste gráfico, por ejemplo, en el diseño de la carátula realizada por Nelson Hurtado (familiar de Olimpo Ordoñez, el eterno vocalista de Bastardos Sin Nombre o BSN, uno de los grupos más respetados de la escena hardcore-punk de finales de los 80’s en la capital antioqueña[2]), entre la urbe y la selva, en medio de un amanecer o un ocaso, parecieran vincular dos mundos paralelamente violentos, la ciudad y la selva o el monte. La muerte, de igual manera, pareciera florecer de entre el suelo, con lápidas y cruces, con cuerpos desmembrados, algo que podríamos equiparar como una pesadilla sin fin, una horrible e incesante; con un destino cruel y sanguinario no muy lejano de lo que realmente ocurría en barriadas y calles del Valle de Aburrá.


Imagen tomada de Internet


Tales dos escenarios ilustran y ponen de manifiesto el mensaje del disco. Son campos donde se libra la guerra por la supervivencia, lo que es una fotografía de la Medallo de aquel entonces y también una metáfora no sólo sonora sino de identidad dentro de Fértil Miseria.


Por otro lado, las cadenas que atraviesan y sujetan un cuerpo humano y que podrían representar cada uno de los instrumentos o tecnologías que lo neutralizan, conforman un simbolismo elocuente que deja clara la intención artística de Cadenas: estamos sometidos y reducidos al accionar de una violencia sistemática ajena a la humanidad, que proviene del entorno, pero sin que podamos identificar ni su procedencia ni su alcance. En otras palabras, el narcotráfico, las fuerzas del orden, los escuadrones de la muerte, las precariedades sociales entre muchas otras fuentes.


El filósofo francés Louis Althusser denomina a estos actores como aparatos ideológicos de estado, asociados a la religión, el trabajo, la política burguesa, el consumismo y los demás mecanismos con poder esclavista mental en torno al capitalismo, al producir, recibir y acumular riqueza, o como lo llama él, la reproducción de las condiciones de reproducción dentro de la ideología.[3]   


Cadenas, grabado en el barrio Florencia en casa del guitarrista de Fértil Miseria Juan Carlos Londoño, pero prensado por el sello discográfico más importante del país en aquel entonces, Discos Fuentes es, en efecto, un encuentro fortuito en el que hay una conciliación entre dos imágenes irreconciliables en aquel tiempo, la de un parche punk con influencia sonora metal y viceversa, encabezada por 3 mujeres.


Además de hacer una denuncia sobre el grado de violencia social y política de su ciudad por cuenta de las inequidades, las injusticias y la degradación, las hermanas Castro, Yolanda Molina (q.e.p.d.). y Juan Carlos asumían como postura política la liberación de las mentalidades estrechas al no negarse la posibilidad de acercarse a aquel que se rechaza desde la ignorancia y el desconocimiento; cosa que sí ocurría entre los parches de metaleros versus los parches de punketos o incluso si un parche de nenas quería hacerse valer en una escena machista y hasta prohibida para las mujeres. De este modo, Fértil Miseria se configuró como una banda con predominancia femenina además de una personalidad tan recia, que no sólo demostraban tener su propia visión sobre lo punk, sino también un sonido original muy influenciado por la autenticidad orgánica, emotivamente intensa de todos sus integrantes.



Video tomado del canal de Román González


Si bien en Cadenas los cuatros elementos que componen la crudeza visceral de su sonido son plenamente diferenciables y valorados tanto por su individualidad como por lo que producen en conjunto, personalmente, la batería de Yolanda Molina es uno de los aportes más sobresalientes del disco por factores tales como el frenetismo de sus polirritmias, la descarga de energía en su forma tan particular y única de golpear los tarros y el tempo y contratiempo perfectos en cada variable rítmica que la canción requiere[4]; cambios inesperados y abruptos que marcan tanto la voz de Vicki como la batería de Yola sin que suenen para nada incoherentes o forzados; ambas mujeres aportaron, respectivamente, una velocidad al cantar y una voluminosidad sobresaliente al golpear la batería propias de ellas.   


Por supuesto, hay que resaltar el hecho de que se hayan adelantado más de 30 años a su época e intuido que nuestra capacidad de razonar, de entendimiento y de respuesta ante los desafíos de tiempos futuros, iban a ser inútiles y cada vez más escasas. Cerebros castrados e Inteligencias muertas son canciones premonitorias de Cadenas muy arraigadas en nuestro tiempo si analizamos la actualidad del genocidio palestino y del cambio climático, por dar algún ejemplo.    


A pesar de que las opiniones dentro de Fértil desaprueban mayoritariamente a Rodrigo D. como documento punk, pues según los mismos integrantes de la agrupación aquel material no iba a ser una película sino un documental, también se contempla el hecho de que, en su opinión, las pocas imágenes de la movida del Punk Medallo registradas en ella, estigmatizaron la idea que hubo de relación natural entre los jóvenes de esta escena y la violencia sicarial ligada al narcotráfico o a la delincuencia común, sin que esto fuera del todo cierto; asimismo, tampoco hay un consenso respecto a la falta de consideración sobre el hecho de que, para muchos de los que hacían parte del incipiente movimiento, arriesgar la vida con tal de dignificar las condiciones mínimas de existencia era suficiente razón para ceder ante la ilusión del dinero fácil.





Sin embargo, fue la visibilidad que se le dio al aspecto de lo musical como producción cultural de los sectores más oprimidos de la sociedad antioqueña, representado en Pestes, Mutantex, Herpes, Danger (colectivo del que Juan Carlos Londoño hizo parte durante 8 años), I.R.A. o Los Suziox por citar muy pocos ejemplos, lo que, a mi modo de ver, sería un justo reconocimiento para el legado de la obra como material cinematográfico, dígase documental, realidad ficcionalizada, película, una mezcla de todas, etc.   


Aunque pueda equivocarme, creo que la intención del cineasta Víctor Gaviria pareciera ser sentar un paralelismo de la desesperanza, del No Futuro, tanto en la perspectiva abstracta del punk hecho en Medellín, como en los hechos concretos del contexto de esta ciudad a finales de los años ochenta. Es decir que, paradójicamente, hay una delgada línea que une conjuntamente sus relatos, que los conduce a una desembocadura común y es el peso de la inevitabilidad de la muerte violenta a manos de maquinarias estatales, socioeconómicas, militares, o paramilitares. Algo sobre lo que, tanto Fértil Miseria como Rodrigo D. coinciden en cómo dejarlo claro y qué recursos usar para ello. 


Al menos en mi parecer, la razón por la cual valdría la pena el detenernos actualmente en Cadenas, es la posibilidad de poder combinar la reflexión sobre los prejuicios que existan frente a una época que pudo o no representar algo o alguien y que evidentemente ya dejó de ser, junto con una toma de conciencia lo suficientemente efectiva para darnos cuenta que no necesariamente las violencias  basadas en el género, la clase social, los sistemas de creencias y las visiones de mundo han dejado de existir porque fingimos a veces que ya no las vemos, sino que se han sabido interiorizar por nuestra esclerosis mental, y porque poco o nada ha cambiado lo que nos narraba Fértil Miseria 30 años atrás.   





Solo unos pocos tienen el coraje suficiente para querer ser libres, para reconocerse como tales. Y en este disco vemos una enardecida pasión juvenil por defender la libertad a través de la expresión musical como quizás el arte-facto más viable de resistencia contra aquellos que aspiraban a arrebatársela. Fuesen el orden impuesto o la sociedad y sus correspondientes artefactos ideológicos de dominación, probablemente algunas de las verdaderas cadenas de nuestra especie y su primitivismo.


A los ojos de Piedad Castro, bajista y principal promotora de la agrupación, “fuera de enfrentar una sociedad totalmente moralista, empezando por la familia, fundar Fértil Miseria como un grupo de mujeres rebeldes, ha sido lo más punk que hemos hecho”.



[1] Posada, J. [Juan José Posada]. (2017, marzo 12). Más allá del No Futuro, crónicas de escena [Video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=sXl0_bF-AjM&t=829s (22’:19” a 22’:31”)

 

[2] [B.S.N. (1992). Ciudad Morgue. [Canción]. Ruido Total Records.] Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=e3focwRLNGA (9’:40” – 11’:18”)

 

[3] Salguero, J. [Café Kyoto]. (2021, mayo 02). ¿Qué es la ideología? – Louis Althusser – Ideología y aparatos ideológicos de Estado. [Video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=YAZH5J1Y11c&t=250s (1’:34” – 2’44”)

 

[4] Gonzáles, R. [Román Gonzáles]. (2010, noviembre 16). Fértil Miseria Live Bello Matadero (1994) [Video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=EVWPZqyugoc 

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